El desequilibrio en el sector turístico argentino se agudizó en agosto, con la salida de divisas impulsada por un dólar considerado "barato" y la preferencia de los argentinos por viajar al exterior, especialmente a Brasil. El flujo de argentinos viajando al extranjero duplicó la cantidad de turistas que visitaron el país, lo que exacerbó la fuga de dólares.

Según datos del Indec, 798.400 residentes argentinos viajaron a otros países en agosto, un aumento del 55,4% en comparación con el año anterior. En contraste, solo 397.500 turistas extranjeros ingresaron al país, lo que representa una caída del 5%.

Brasil emergió como el destino predilecto de los argentinos, al experimentar un crecimiento interanual del 101,6%. Chile y Paraguay también registraron aumentos significativos (48,5% y 66,6% respectivamente), al igual que Uruguay (+65,1%). El gasto total del turismo emisivo alcanzó los U$S618,9 millones, con un promedio de 95,2 dólares diarios por persona, destacándose el gasto de aquellos que visitaron Estados Unidos y Canadá (109,2 dólares).

En cuanto al turismo receptivo, la llegada de brasileños disminuyó un 13%, a pesar de seguir siendo el principal origen de turistas extranjeros. En contraposición, se observó un aumento en la llegada de turistas europeos. El gasto total del turismo receptivo fue de U$S247 millones, con un gasto diario promedio por persona de 83,6 dólares, siendo los turistas brasileños los que más gastaron (117 dólares diarios).

Los expertos señalaron que la política cambiaria, que mantiene un dólar relativamente bajo para contener la inflación, incentiva los viajes al exterior y agrava el déficit turístico. A pesar de una corrección del tipo de cambio real en julio y agosto, este se mantiene un 22% por debajo del promedio de la post convertibilidad.